¿Qué es la autoinmunidad?
Una de las funciones del sistema inmunitario es proteger el cuerpo respondiendo ante los microorganismos invasores, como virus o bacterias, mediante la producción de anticuerpos o linfocitos sensibilizados. En condiciones normales, no se puede producir una inmunorespuesta contra las células de propio cuerpo. Pero en ciertos casos, las células del sistema inmunitario atacan las mismas células que deberían proteger; es decir, las células del propio cuerpo. Esto puede conducir a una gran variedad de enfermedades llamadas autoinmunes, dependiendo de cuál sea el órgano o sistema atacado.
¿Qué provoca la respuesta autoinmune?
El sistema inmunitario puede distinguir normalmente las células propias de las células o agentes extraños, pero algunos linfocitos son capaces de reaccionar contra uno mismo, dando por resultado una reacción autoinmune. Normalmente, estos linfocitos son suprimidos por otros linfocitos. La autoinmunidad ocurre de manera natural en todas las personas hasta un cierto grado; y en la mayoría de nosotros no provoca enfermedades. Las enfermedades autoinmunes ocurren cuando se produce cierta alteración en el proceso de control, permitiendo que los linfocitos eviten la supresión, o cuando hay una alteración en algún tejido del cuerpo, de modo que ya no es reconocido como propio y es atacado.
No se conocen del todo los mecanismos exactos que producen estos cambios en el proceso de control; pero las bacterias, los virus, las toxinas, y algunos fármacos pueden desempeñar un papel en la aparición de un proceso autoinmune en personas con alguna predisposición genética para desarrollar dicha enfermedad.
Se piensa que la inflamación (la reacción inmunitaria normal) iniciada para destruir a estos agentes tóxicos o infecciosos, provoca de alguna manera una sensibilización hacia los tejidos propios implicados. (La sensibilización de los linfocitos es el proceso que los especializa en destruir determinados antígenos específicos).
¿Quién corre un mayor riesgo de tener una enfermedad autoinmune?
La mayoría de las enfermedades autoinmunes ocurren en mujeres, sobre todo durante sus años de maternidad. Estas enfermedades tienden a aparecer en familias, así que tus genes, junto con la manera en que tu sistema inmunitario responde a ciertos desencadenantes, influyen en tus probabilidades de padecer una de estas enfermedades. Si piensas que puedes tener una enfermedad autoinmune, pregunta a los miembros de tu familia si han tenido síntomas como los tuyos.
Tipos de enfermedades autoinmunes
Los órganos y tejidos que se ven comúnmente afectados por trastornos autoinmunes son los componentes de la sangre como los glóbulos rojos, los vasos sanguíneos, los tejidos conectivos, las glándulas endocrinas como la tiroides o el páncreas, los músculos, las articulaciones y la piel. Los procesos autoinmunes pueden tener varios resultados, por ejemplo, destrucción lenta de un tipo específico de células o de tejido, estimulación excesiva del crecimiento de un órgano, o interferencia en su función. Los pacientes pueden experimentar varias enfermedades autoinmunes al mismo tiempo.
Las enfermedades autoinmunes pueden ser órgano específicas y no órgano específicas. En las primeras, el proceso autoinmune se dirige sobre todo contra un órgano. Por ejemplo, la tiroiditis de Hashimoto (glándula de tiroides), la anemia perniciosa (estómago), la enfermedad de Addison (glándulas suprarrenales), y la diabetes insulino dependiente o diabetes tipo I (páncreas).
En las enfermedades no órgano específicas, la actividad autoinmune se extiende por todo el cuerpo. Entre ellas se encuentran artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico, y la dermatomiositis.
Fiebre Reumática
Fuente: http://www.cepvi.com/medicina/articulos/autoinmunidad.shtml
José L Rebolledo
20122359
EES
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