viernes, 14 de enero de 2011

Embarazo E Inmunología

  El nacer es un milagro que aun no tiene explicación. El feto dentro del vientre materno es un cuerpo extraño. Sin embargo el sistema inmunológico de la madre, no lo rechaza. No esta claro como se produce esta mutua adaptación. Conocer la respuesta puede ser muy útil para los transplantes  y el tratamiento de otras enfermedades inmunológicas.

 

El interior del útero parece ser un lugar muy agradable, pero para la madre constituimos esencialmente un cuerpo extraño.


Nuestro sistema inmune nos defiende ferozmente contra cualquier cosa que reconozca como extraña.


¿ Si el feto es realmente un cuerpo extraño, como es que el sistema inmunológico de la madre no lo rechaza?.

 

     El feto hereda la mitad de los genes de su madre y la otra mitad de su padre. Ellos juntos imprimen en el desarrollo del cuerpo del niño, y mucho de los heredados del padre, deberían ser "antigénico" para la madre. Estos en teoría, deberían gatillar una intensa reacción inmunológica que podría destruir al feto.
Un inmunólogo, Peter Medawar en el año 1953 sugirió que el feto era el equivalente a un cuerpo o injerto extraño.


Él propuso cuatro vías diferentes por las cuales se podría evitar el rechazo.


1- Era que el feto fuese absolutamente compatible con la madre (pero sabemos que éste no es el caso).
2- Que el útero pudiese ser inmunológicamente "privilegiado".
3- Que la placenta actuase como una barrera física, protegiendo al feto de la madre.
4- Que de alguna manera el embarazo alterara la respuesta inmune materna.

 

     Después de cincuenta años, no ha sido posible comprobar ninguna de estas cuatro alternativas, aunque cuando ha habido muchas fascinantes sugerencias. Dado que el feto presenta una diferencia del 50% en antigenicidad relacionada con el HLA de la madre gestante, sería de esperar una reacción inmunológica específica de rechazo, con muerte y expulsión del feto. Sin embargo, ello no ocurre, pues se presenta un fenómeno de tolerancia  inmune de la madre hacia el feto.


     Se ha comprobado que la madre produce una serie de factores inmunosupre-sores que evitan este rechazo, pero que actúan únicamente a nivel del útero y no a nivel sistémico pues generaría tendencia grave a infecciones.


     La tolerancia inmunológica de una madre al feto durante el período de gestación ha sido uno de los fenómenos que genero inquietud a los científicos de todos los tiempos.


     El feto sería un 50% diferente a su madre en su antigenicidad HLA, por lo tanto, debería inducir una respuesta inmunitaria específica citotóxica humoral y celular con muerte y expulsión del feto, sin embargo, sucede todo lo contrario, el embarazo transcurre con una perfecta tolerancia que permite al feto desarrollarse en plenitud y sostenerse en el útero hasta el momento del nacimiento.
El consenso mundial, esta a favor de que este rechazo no se produce pues la madre estaría inmunológicamente suprimida.


      Hoy se habla de proteínas del embarazo que agrupa a un número de elementos humorales como hormonas, interleukinas y factores del crecimiento que se producen en las etapas de ovulación, fertilización, luteinización e implantación del huevo fecundado. Algunas de estas proteínas demuestran producir un estado de inmunosupresión en la mujer gestante, sin embargo, hay un hecho interesante y es que dicha inmunosupresión se da únicamente en el útero gestante pues sistémicamente la mujer responde adecuadamente ante la infección y ante un transplante alogénico en un sitio diferente al útero.

 


Tolerancia en la gestación y transplante.

 

     Todos los conocimientos que se tienen hasta este momento sobre el no rechazo del feto se han obtenido gracias a la experimentación en animales y a productos de abortos espontáneos en seres humanos. Se demostró que en el útero se puede producir un rechazo de transplante incompatible que en el primer implante se produce en forma lenta y progresiva, pero si se repite el injerto de un huevo fecundado de animal diferente  el rechazo puede ser agudo o hiperagudo.


     En algunos casos se observó que el rechazo se producía con una reabsorción del embrión sobre la superficie de su propio trofoblasto.


     Este experimento demostró que el útero, como tal no es un órgano inmunológicamente excluido o privilegiado, en donde no se produce respuesta inmunitaria de rechazo a injerto incompatible. La inmunosupresión está dada únicamente en la unión del embrión al útero y no en otros sitios, es decir que la tolerancia es un fenómeno local y no sistémica.

 

 


 

fuente:  www.con-versiones.com/textos/nota0473.doc

José L Rebolledo

20122359

EES

No hay comentarios:

Publicar un comentario